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Erase Una Vez

Problema de densidades

Problema de densidades

Abrí una libreta.

En la primera hoja escribí un hombre andando sobre el agua de un lago. Se explica porque era mas ligero que el agua y por eso no se hundía.

En la segunda, el hombre conoció a una mujer de la aldea de la montaña que bajaba todos los días de verano a bañarse al amanecer del lago y la espió detrás de una nube de mosquitos. La mujer miraba la nube de mosquitos. La miraba porque le parecía que los mosquitos formaban una cara. Esa era su razón.

En la tercera hoja, escribí que el hombre que flotaba lloró al comprobar que la mujer se asustaba de su presencia y además escribí que la razón de que la mujer se asustara era porque los mosquitos podrían dañar los labios de esa cara y no soportaría ese dolor.

En la cuarta el hombre agitó sin querer las manos y las abrió y los mosquitos creyeron que las descubría para que descansaran de su vuelo incesante y se posaron en ellas. La mujer comprobó que la nube dejó de ser nube y se convirtió en una mano perfecta, suave, larga, de finas arrugas en dedos alargados, que pedían entrelazarse con los suyos. Con el sol queriendo imponerse a la noche y la magia de la visión de una mano se oyó un fuerte chapoteo, como el de un cuerpo que cayera en el agua. La razón del chapoteo es que el peso de los mosquitos hizo que el cuerpo del hombre dejara de ser liviano y se hundiera en el agua.

En la quinta hoja escribí que los mosquitos huyeron de la mano que los arrastraba hacia el fondo del lago e inmediatamente una columna de agua se levantó pero a la inversa y el hombre que flotaba y que se hundió volvió a flotar. La razón es que volvió a ser ligero. También escribí que la mujer tenía los ojos verde primavera más bonitos y transparentes que se pueda alguien imaginar y otras cosas de ella que hicieron enamorarse al hombre ligero.

En la última hoja el hombre más ligero que el agua y que por eso flotaba sobre ella decidió dejar de ser invisible (Esa era la verdadera razón de que fuera tan ligero y flotara) y al momento la mujer enrojeció recogió sus ropas y se marchó con su hijo y su esposo a la aldea de la montaña y jamás volvió. El hombre no pudo desmaterializarse porque la materialización de lo invisible es un cambio irreversible. Ahora recorre las aguas del lago con lamentos infinitos que se mecen en las orillas del lago. El hombre materializado no está muerto. Su alma sí. Cuando nosotros vemos a alguien lo vemos porque tiene el alma cosida al cuerpo, pero cuando se rompen las costuras ya no. Por eso no vemos ningún hombre en el lago. En cambio sí oímos su lamento de viento y las olas que provoca en las orillas. Esa es la verdadera razón de las olas y del ruido del viento cuando cabalga sobre ellas.

6 comentarios

mox -

Coloraito me habéis puessssto.
Ella es la hija de la vecina que se me ha hecho mayor y se ha ido de casa (snif)y yo sólo soy alguien que le hubierase gustado sentarse en una fogata una noche fría de otoño a contar esta historia.
De nada, luna.

luces -

qué bonito cuento.

lokura -

Creo que es uno de los mejores post que has escrito, narrado con una soltura increible y con un resultado final fascinante.
Me encanto. Besazos

lunaaaaa -

Gracias `por este momento de lectura..Mox...graciassssssssss

coco -

Sin duda, yo sería un mosquito de la nube. ¿Quién serías tú? ¿Y quién es ella?
Abrazox

Muralla -

Fantástica y bella historia...
Me gustan tus cuentos, ya lo sabes, tan llenos de encanto e imaginación.
Bicos y abrazos muy abrazaos.