Blogia
Erase Una Vez

La oradora

La oradora La novia de mi sobrino no es dentista, pero me deja con la boca abierta cada vez que habla... A mi y a otros siete. Lo curioso del caso es que todos esperamos ansiosos oírle hablar para movernos aunque nos parezca estúpido lo que nos dice. El otro día, por ejemplo, nos hizo marchar dando botes de un lado al otro. También ir de espaldas mirando al techo con una pastilla de plástico en la frente. Y si a mitad de camino nos rebelamos y nos paramos, ella, que nos observa, nos azuza insuflandonos ánimo y nos regala aplausos. Nos remuerde la conciencia y llegamos siempre al final para volver a escucharla. A veces nos reta a grandes empresas y otras nos pide un rápido esfuerzo. Y mientras habla, todos abrimos la boca y nos reímos de las cosas que dice por lo extrañas y complejas que son. Hasta nos deja bromear entre nosotros para ver quién es el guapo que lo hace el primero. Y nos sentimos pequeños, como si la miráramos desde por debajo de sus pies. Delante de ella me siento flotar... Yo y otros siete.

Cuando salimos de la piscina nuestra monitora suele finalizar la sesión con unas risas y unas frases de afecto. Y es entonces cuando ya no me falta el aire y puedo respirar por la nariz... Y los otros siete también.

4 comentarios

mox -

Yo de momento no me ahogo, lo voy llevando.

alexqk -

tu y ahora otros ocho!

mox -

Y un abrazo abrazao para tí,Muralla.

muralla -

Preciosa y acertadísima descripción de la clase de natación. Excelente.
Muchos besos.Muralla