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Erase Una Vez

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Necesitaba el color de tu alma para pintarme por dentro. Necesitaba atravesar esa alegre sonrisa de ojos tristes y bucearte.

Y tu me gritas al oído todo lo que necesito para pintar pero no te escucho. Y eso que ni siquiera tengo ya la venda que no me dejaba escuchar.

En una azucena colgabas tus horas muertas y me pinté de perfume blanco.

Me equivoqué.

Luego te vi hablar con el mar y me tizné de azul espuma diamante.

Me equivoqué.

Mas tarde ofreciste al sol tu rostro y me cubrí de polen dorado y dulzón.

Me equivoqué.

Ahora no te pienso. Te has ido. Porque aunque estés ya no estás. Por eso te has ido. Y eso que estás. O puede que a lo mejor me haya ido yo. Sí, será eso.

Ahora he encontrado un gris marengo casi negro. No se si me equivoco...

7 comentarios

Lucia -

Me hizo recordarlo... Quizas el olvido nunca llegue a mi pero cuando leo cosas tan hermosas que me roban las propias palabras y describen tan bien mi propio sentimiento, pienso, al menos alguien mas sintio algo asi

mox -

Manuela, ¿seremos nosotros mismos si conseguimos a quien queremos? ¿Por eso intentamos acercarnos camuflándonos? ¿Somos nosostros mismos cuando elegimos pintarnos de su alma?
Creo que en mi caso sí.

En cuanto al comentario dedicado al post de arriba, sería una verdadera satisfacción. Pero efectivamente la persona a la que va dirigida lo tiene mucho más fácil y seguramente no lo hará, al menos hasta el verano.
Un abrazo

Manuela -

Que te quería decir , para el post de arriba, que sí. Pero, claro, como no sé b a quien le preguntas...

Manuela -

No me deja comentar en el post de arriba

Manuela -

Pues vaya caos. Y lo peor de todo es que suele ser verdad, venga transformaciones para adaptarnos a lo que queremos y, al final, no pasa de ser una vulgar equivocación. Tal vez debamos ser nosotros mismos, y vivir solos, y soñar solos. Anteponer la supervivencia, el instinto, para morir en el intento. Pero sin equivocarnos.
Un abrazo

mox -

Lo sabes decir mejor que yo, Arca.

Arca -

"Puedo ser todo un mar en calma, pero que más da si no navegas. Pueder ser que yo no te oiga, pero tal vez tú no me hables"
Quizá lo que hacía falta era mirar en los propios recovecos interiores, para pintarte el alma con tu propia sangre, con alegrías y tristezas que sean propias. Porque ella ya tenía su azucena, su mar, su sol. Lo que a lo mejor le hacía falta, lo que gritaba al oido era la necesidad de otra alma compañera, donde poder bucear. Tal vez está igual que tu, que estás pero no estás, porque te camuflas de otras cosas.
Gracias por la reflexión. Y por la belleza. Y también por la tristeza.
Abrazo grande