Escultores
A veces, cuando no llevo ni veinte minutos en la cama y estoy en ese duermevela caótico, lleno de sueños que puedes tocar con la punta de tus dedos, de sabores que te inundan la garganta y deseos que quieren desbordar, te encuentras con imágenes curiosas que se te quedan grabadas si te despiertan en esos momentos y que saturan tu necesidad de descanso.
La última fue ayer jueves.
Al cabo del poco tiempo de meterme en cama mi hijo pequeño gritó y salí de ese duermevela para ir a verlo. En los cuatro pasos para llegar a su habitación seguí dentro del proyecto de sueño de aquella noche. Yo era un escultor que no usaba martillo y escoplo sino que sacaba las formas ocultas en la piedra a base de pasar lentamente el dedo por encima de ellas y pensarlas.
La sensación fue tan real, que la arena arrancada de la roca al "tallarla" con la imaginación, me golpeaba la cara y con las manos la quería apartar o al menos protegerme de ella.
Mi hijo debió verme que entraba así a su habitación y me dijo con voz llorona "¿Tú también los has visto, papi?". Me desperté del todo y sin decir palabra, le dí un poquito de zumo , le ofrecí la mano y esperé un par de minutos a que cerrara los ojos.
11 comentarios
Manuela -
mox -
Tengo un post sobre las relaciones de manos. Algún día lo terminaré y publicaré.
Un abrazo abrazao de manos prietas.
Un saludo, tautina. Ya sabes que me encantan los sueños que son como cuentos y los cuentos que son como sueños.
Un beso literario.
Arca, me resultó un sueño increible que me llenó de paz. Luego no lo puede retomar y si lo hice no me acuerdo de él, pero el hecho de saber esculpir y además con tanta facilidad tiene que ser una muestra de mi frustración, de mi nulidad ante cualquier faceta artística, y más la escultura.
Muchos abrazos de vacaciones.
Arca -
Abrazos muchos
Tautina -
Un saludo literario.
Muralla -
Creo que si cierro fuerte los ojos, aún noto su contacto.
¡Guapo!
mox -
De todas formas en cualquier casa, ¿quién te dice que los fantasmas míos de hoy no van a ser los fantasmas tuyos de mañana?
coco -
mox -
Hace mucho que no le cuento ninguna historia porque prefiere irse a dormir con su madre.
Antes, cuando le contaba historias y no me decía "pesado" me alegraba tanto que dormía mejor yo que él. Así, en cierta manera, se mantenía mi equilibrio psíquico.
Ahora, por lo del equilibrio psíquico,si me cuento a mí mismo una historia para poder dormir yo mismo mejor, no me compensa y tengo pesadillas...
Mi psique está desviada. Habrá que encauzarla...
¿Dices que con La náusea perdiste cuántos kilos?
Manuela -
mox -
Un beso de cuasivacaciones de verano.
lokura -
Me encanto el post.