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Erase Una Vez

Gentes

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Paco era muy peculiar. Si a alguien había que decirle eso de que vendió el burro para comprar la alfalfa, ese alguien era él. Paco compró el coche antes de sacarse el carnet de conducir. Y lo hizo con la convicción de que sabiendo ese dinero gastado, le daría ánimos para enfrentarse a los papeles de la autoescuela de su amigo Ezequiel, con sus señales, sus tests, y el temido examen de tráfico. Paco tenía manos inmensas, hartas de mover pesos, amigas de sus muchos amigos, y de un buen vaso de vino de la taberna del Andrés pero enemigas de bolígrafos, libros y libretas.

Su yerno, Alfonso, el hijo del Andrés, diez años más tarde, contaba que los ingenieros de la ITV no podían creer que un coche de esa edad tuviera 30 Km (los que le había hecho para acercarlo a esas dependencias). Alfonso nunca contó que les dijo (para que no pensaran mal de su suegro) que era el capricho de un coleccionista, pero claro, un Renault 4L, no solía estar en vitrinas de coleccionista alguno. Además, Alfonso se acababa de sacar su carnet de conducir pero ya tenía sus buenos treinta.

Como el caso era bien raro, los ingenieros llamaron a las autoridades, por si estuvieran tratando con amigos de lo ajeno o alguna familia de poseídos y Alfonso tuvo que responder a unas cuantas preguntas allí mismo, en un despacho de la ITV que le hicieron una pareja de guardiaciviles, pero esto, como ya he dicho, nunca lo contó, claro. Ni tampoco la panzada de reír que se dieron a su costa y a la de su suegro cuando conocieron y comprobaron la verdad.

Ezequiel, en los tiempos en que Paco se quería sacar el carnet, tuvo un accidente con un coche cargado de alumnos que casi le cuesta el negocio. Le reconoció a su hija Nieves. repentinos desvanecimientos durante las clases, culpables de despistes, falta de reflejos y de algún accidente más o menos grave, mejor o peor confesado y siempre mal disimulado y muy bien difundido para su desgracia. Pero no le contó que todos se mofaban de sus breves siestas, ni que le hacían parodias simulando sus cuellos rotos y zarandeándolos ante los vaivenes del coche en las curvas, en los baches y en las paradas. Había quien lo despertaba en los semáforos frenando a fondo, con mucha brusquedad, de forma que el hombre se levantaba casi un palmo de su asiento. Y un coro de risas aguantadas sonaba en el coche. Alguien, incluso contó el cuento de la bella durmiente y Ezequiel volvió a la consciencia justo antes del beso del príncipe. Se quedó con el mote del Bello Durmiente.

Nieves se enteró de eso diez años más tarde, en una de las conversaciones que tuvo en la cama con Alfonso, el hijo del Andrés. Alfonso, el de los frenazos, no sabía que Ezequiel recién superada su enfermedad, acababa de morir en un choque frontal con un camión porque su conductor se quedó dormido, ni tampoco se llegó nunca a enterar del dolor y el daño que causaron las malas lenguas como la suya, que repitieron una y otra vez sin conocer lo que realmente ocurrió, la antigua historia del Bello Durmiente. Alfonso suspendió seis veces el carnet con Ezequiel, así que lo dejó para otra época. Ezequiel mantuvo la autoescuela abierta seis meses después de su principio de narcolepsia porque quería que su hija la heredara, contratando personal para dar las clases y perdiendo el poco dinero que entraba del negocio. Cuando vio la falta de interés de ella, lo traspasó.

Nieves se acostó seis veces con Alfonso el hijo del Andrés y se las arregló para que Paco los pillara en la cama la sexta vez. En seis días, Alfonso se encontró en la calle, sin un céntimo, sin esposa, sin casa, sin amante, sin trabajo y con fama de ponecuernos. En seis semanas se encontró viviendo en otro lugar, queriendo olvidar nunca supo qué, porque nunca supo de dónde le vino la patada que le dieron en el culo porque nunca se le dio bien eso de atar cabos.

10 comentarios

lunaaaaa -

hola Nox...hay alguna forma de volver a acceder a mi blog de blogia aunque lo haya dado de baja???????

mox -

En este caso, Paco es un nombre real y de verdad se compró el coche antes de sacarse el carnet,jeje. Es una historia de un hombre muy particular y que siempre me ha martilleado las ganas de escribir.
Tu descripción de Tánger, en cuatro letras, me ha encantado, lu

luces -

te lo pregunto porque me encantan y son gentes tan cercanas y tan raras...es magnifico

lokura -

Vengo a dejarte un beso actualizado.

mox -

lokura, todos hemos sido o somos garbanzos que se cuecen lentamente en grandes ollas, y alguna vez hemos querido saltar.
En mi caso, soy un garbanzo limitado que no saltará. Quizá por amor y por cariño, no lo sé. Es el calor de un abrazo que de de vez en cuando recibo.
Besos a mil.

Lunaaaaa, la felicidad cuesta. Cuesta llega a ella y cuesta mantenerla.
Un beso enorme.

luces, y yo que sé. Me vienen. Tengo más de veinte historias empezadas que esperan su final, pero un final decente, que me llene, y muchas más que se me ocurren y que por no esbozarlas, se me olvidan.
¿No te gustan?

luces -

de dónde sacas estas historias?

lunaaaaa -

es que la felicidad Mox es muy quisquillosa...es complicadilla,sencilla,extenuante,pacifica,pero de que se anima a quedarse se me hace que si.
Un saludo Mox

lokura -

Hoy escrito algo sobre eso, sobre las ollas de garbanzos, sobre los besos tardios... sobre todos los besos que no se piden, sobre el queso gruyer y sus agujeritos... pasate y dale una puntada al alma descosida y entre todos nos hacemos un nuevo vestido, un traje a medida, que el corazon si tiene frio hay que abrigarlo con un buen abrazo. Te dejo uno, pa cuando te haga falta. Y no me comas mucha carne que estamos de semana santa ;)

mox -

Pero Alfonso ni siquiera se entera de que están atados, lokura, y la felicidad que no se atreve a quedarse, a veces es porque no se la corteja lo suficiente.
Beso de primavera tardía, de casi verano, que aquí no hay término medio. Ya hay calor de casi baño de mar.

lokura -

Cuando uno no puede atar cabos lo mejor es desatarlos... sera que somos demasiado inconformistas, demasiado peculiares que la felicidad ante tanta inestabilidad a veces no se atreve a quedarse.
Beso, beso y beso! y flores! muchas flores