Gotas de vida
Poco más o menos la frase era así.
Hay personas que entran en tu vida destinadas a salir de ella. Aunque las quieras y las abraces muy fuerte, lo único que consigues es que tarden un poco más en irse.
Y ahora digo yo.
A veces su estancia con nosotros es tan sólo de unos meses, y en esos casos te das cuenta que son esas gotas de vida que te regala el destino y que te llevarás a todas partes grabadas a fuego en tu retina y en tu alma.
Ayer descolgué del armario de mis sueños, la camiseta del recuerdo. Estaba entre otras, remezclada con las de mis posibles futuros y con las de mis vidas anteriores. Y en un bolsillo encontré una de estas gotas de vida. Mari Jose. Tan solo puedo hablar del suave dulzor que me llenaba el pecho al despertar esta mañana.
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