¿Gustáis?
A treinta y tres grados a pié de asfalto, y con las mangas cortas pululeando por la ciudad, se me ponen ojos pequeñitos cuando miro agradecido al Lorenzo, y bizqueo de pura alegría delante de mi hijo para sacarle una risotada.
Las gotas de sudor caen sin permiso tan sólo por andar y de las calles se evapora una bruma ligera que acalora.
Y sin más, cuando llego a casa, abro el armario, me pongo delante del espejo de la puerta y me digo que este veranito no me harán falta flotadores para la playa, que tendré que llevar gorra para no quemarme y que mi pequeño volverá a meter su índice en mi ombligo cuando quiera jugar a hacer desaparecer cosas.
Luego me miro con más cariño para decirme algo bonito... y no encuentro palabras.
Así que cierro el armario y me voy al frigorífico y me pongo otro Martini, a ver si las encuentro en el fondo del vaso o en las olivicas rellenas de anchoas que he sacado para acompañar. ¿Gustáis?
Las gotas de sudor caen sin permiso tan sólo por andar y de las calles se evapora una bruma ligera que acalora.
Y sin más, cuando llego a casa, abro el armario, me pongo delante del espejo de la puerta y me digo que este veranito no me harán falta flotadores para la playa, que tendré que llevar gorra para no quemarme y que mi pequeño volverá a meter su índice en mi ombligo cuando quiera jugar a hacer desaparecer cosas.
Luego me miro con más cariño para decirme algo bonito... y no encuentro palabras.
Así que cierro el armario y me voy al frigorífico y me pongo otro Martini, a ver si las encuentro en el fondo del vaso o en las olivicas rellenas de anchoas que he sacado para acompañar. ¿Gustáis?
12 comentarios
mox -
Bienvenida.
mó -
creo que me anexo a coco... con leer tus post y vivir un poco éste bello cuento tuyo, tu propia vida... suficiente!! Muak
mox -
Mi lunaaaaa, imagina el Martini y las olivas al borde del mar, dejándonos secar los cuerpos después del baño...
Jaaaajaja, estoy contigo, Javi. Y además, piensa también en que cuesta mucho trabajo criarla. Así que vamos a no maltratarla ¿no?
Malasanta, qué bien. Te imagino en el jardín con tu mayor jugando con las flores y la pequeña queriendo ya gatear
coco, encantado que te unas al vuelo, y aunque digan que si bebes no vueles, para ser cojonera hay que volar amartinado o acervezado, que también vale... Y a ser posible en la playita.
En cuanto a meter el dedo en el ombligo, si no quieres verlo desaparecer, por mí sin pegas, que es tu dedo. ;-)
coco -
Malasanta -
Yo he empezado a hacer ejercicio pero mas que nada para poder aguantar el ritmo de mis dos chiquillas. Los flotadores no me molestas :-)))
Un abrazo.
El Pais de las Maravillas -
Y que verdad mas grande que cuanto menos comes mas grande se hace la panza, parece tener vida propia por lo que yo ya he decidido que si ella hace lo que quiere yo hare lo que me de la gana.
SaludoTes
lunaaaaa -
mox -
Rosi, pues va ser que no. jeje, prefiero planes cerveceros. Un beso para tí de parte del papá del del ombligo. :-)
Amélie, las que me inspiras tú. Y en cuanto a tu jefa, si así te hago la vida más fácil, pues claro, por qué nó. Tráete de paso al guardia que te puso la multa, al bicho que te picó aquella vez y al que te dejó vendida por ahí. Aprovecha que estoy generoso hoy. :-)
cleantowalk -
Amélie Poulain -
rosi -
De todas formas siempre queda lo de que el interior es lo que vale y creo que tu lo tienes lleno.
besos a ti y al que te toca el ombligo.
lola -
A las olivas me apunto pero el martini no creo que sea muy bueno para mi resaca.
Un beso